Un cazador encuentra en el buche de un venado una piedra mágica que da suerte si se guarda en secreto. La tradición manda devolverla al monte después de cierto tiempo, de lo contrario ocurren sucesos sobrenaturales. Un hombre ambicioso la conservó demasiado y fue asustado por venados extraños envueltos en llamas. Finalmente, arrepentido, devolvió la piedra siguiendo el ritual.
País: México. Región: Sur. Comunidad: Pueblo Nuevo. No hay fecha exacta. Sucesos importantes: 1. El hallazgo de la piedra mágica. 2. Suerte y poder. 3. Ambición y desobediencia.
Narrator: Jonny Damián Chi Cohuo
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Hombre que encuentra la piedra mágica tras cazar un venado. Su ambición lo lleva a desobedecer la tradición.
Animales que simbolizan la fuerza de la naturaleza y lo sobrenatural, apareciendo como advertencia cuando se rompe la tradición.
Objeto especial hallado en el buche del venado. Brinda suerte en la cacería, pero exige ser devuelta al monte tras cierto tiempo.
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Según la tradición, cuando los cazadores realizan una jornada de cacería y capturan un venado, lo llevan a casa para despellejarlo. Al abrir el buche del venado, es común encontrar una piedra especial. Los ancianos cuentan que quien conserve esa piedra en secreto obtendrá mucha suerte y podrá cazar numerosos venados. Sin embargo, esta piedra tiene un periodo de vigencia limitado y, al cumplirse, debe ser devuelta al monte. De no hacerlo, comienzan a suceder eventos sobrenaturales. Se relata el caso de un cazador que, por vanidad y debido a su éxito constante, se negó a devolver la piedra. Una noche, mientras cazaba, vio acercarse un venado pequeño con múltiples cuernos, y al iluminar con su linterna notó a lo lejos una gran cantidad de venados envueltos en llamas que se aproximaban hacia él. El cazador, asustado, intentó refugiarse subiéndose a un árbol, pero los venados no le permitían descender. Finalmente, los animales se desvanecieron como polvo y el hombre huyó rápidamente a su casa. Al día siguiente, consciente del error cometido, el cazador fue a devolver la piedra al monte, siguiendo la tradición que indica que debe colocarse volteada para que los venados puedan “comerla”. Esta historia es una advertencia sobre la humildad, el respeto hacia la naturaleza y la importancia de seguir las normas ancestrales